lunes, 17 de septiembre de 2012

1er capitulo nº9

Perdón por no escribir ayer, pero quería disfrutar de mi último día de vacaciones en toda su plenitud, tres cosas.

La primera es que aún no voy a publicar la clasificación final, no hasta que haya cerca de 10 o 15 votantes por lo menos, y como por el momento solo hay 4 (incluyéndome a mí) pero bueno, de lo que llevamos, el primer y el último puesto parecen estar decididos, donde hay pelea es en el 2º puesto. Para aquellos que no leyesen la entrada anterior, les informo:

Estamos haciendo una encuesta/votación sobre los libros de la saga EL LEGADO. Para participar debeis dejar un comentario con un ranking:

1-Eragon
2- Legado
3-Eldest
4-Brisingr 

Pongo este porque no hay ningun caso así, poniendo el que mas os gusta con el uno y el que menos con el 4.

Segunda cosa, aun no habeis dicho nada sobre el prólogo de La playa de las mareas en mi opinión es de lo mejor que he escrito nunca.

Y tercero, lo de siempre noveno párrafo, también esta ya puesto en la página de Epílogo de Legado. CComo se que os gusta mucho leer hoy viene algo bastante largo, que lo disfruteis:


En cuanto Firnen toco el suelo una comitiva de siete personas salió a su encuentro, todos parecían tener la misma altura excepto dos de ellas las cuales una era extremadamente alta y la otra extremadamente pequeña. Además, tres se ellas portaban un bastón en la cual dejaban caer todo su peso. Orik, Orrin, Garhvog, Jeod, Elva, Roran y Nasuada. Uno a uno Arya los fue examinando a sus antiguos compañeros de batalla: Todos habían cambiado mucho desde la caída de Urû´baen exceptuando Orik y Garhvog que gracias a la larga vida que poseían los úrgalos y los enanos tenían el mismo aspecto que treinta y siete años atrás. El pelo del rey surdano antes moreno se había tornado en una larga melena gris plateada, además Orrin  presentaba ya muchas arrugas y lo que antes habían sido músculos ahora eran poco mas que un amasijo de piel arrugada. Jeod, el más mayor de todos ellos tenía ya un aspecto muy cercano al de la muerte pues le costaba mucho esfuerzo cualquier clase de movimiento incluso el habla. Roran era probablemente el menos deteriorado por el tiempo, a pesar de que, según los cálculos de Arya, debía de estar ya muy cerca de los sesenta, (si no los había pasado ya) muy pocas canas habían aparecido en su pelo y aun conservaba bastante del hombre fornido que fue en sus tiempos, Arya observó que debía de seguir peleando porque llevaba el martillo que había dado nombre a su apodo. Nasuada también se había conservado bien pero era evidente que la reconstrucción del imperio había se había cobrado su precio, pues su piel antes oscura y lisa ahora poseía un tono más blanquecino y lleno de lunares. Y finalmente Arya se dirigió hacia Elva, esta a pesar de que aun no llegaba a los cuarenta tenía más o menos la misma apariencia de Jeod. Aun así sus ojos violetas eran exactamente iguales que la última vez, penetrantes e interrogantes, Arya no fue capaz de sostenerle la mirada durante mucho tiempo.

-          Saludos, ojos profundos

-          Saludos, Arya Dröttning.

Hasta el próximo domingo, o lunes, quien sabe