sábado, 13 de octubre de 2012

2º Capitulo

Como ya venía diciendo desde hace un par de días, hoy estrenamos capítulo, el 2 de los 13 que van por ahora, el epílogo tiene 57 páginas, ya que últimamente me viene la inspiración muy a menudo y tampoco tengo tanto tiempo como un escritor de verdad, que vive de eso. Todo esto lo digo para que esteis más o menos al tanto de como voy, pero tranquilos que yo el epílogo lo acabo, a lo mejor me saco antes el carné de conducir (para lo que queda aun 4 años y un mes) pero lo acabo, aunque espero acabarlo antes.

No tengo nada más que decir, así que disfrutad del comienzo del 2º capítulo, y bueno, ya que lo estrenamos, hoy cuelgo dos párrafos, solo por si acaso todavía hay alguien que no se ha enterado, teneis todo junto en la página de Epílogo de Legado:


2 Azul, rojo, verde y dorado.

Amaneció tarde para la elfa, una brisa fría reanimó por completo a Arya. Era ya tarde, pero el sol aún no estaba en lo alto. Un día despejado, tal vez perturbado por algunas nubes al final de la tarde se alzaba ante ella. Arya estaba tan cansada el día anterior que no había reparado en su habitación, simplemente en lo cómoda que era la cama y en lo blanda que era la almohada. Una gran ventana llenaba la luz de la habitación, Arya no tardo mucho en darse cuenta de que en vez de una ventana era una puerta que daba a un amplio balcón. Una mesa sencilla en el centro de la habitación llamó la atención de Arya, aun así una magnifica escultura de no más de un palmo de alto y tres de largo en el centro de la mesa acumulaba todo el poder de la habitación pues estaba situado en el centro exacto de la misma. Un dragón marrón oscuro con todos los detalles reflejados en el, no faltaba ni una sola escama, pero tampoco sobraba ninguna. El dragón echaba fuego por la boca y las púas iban desde la cabeza hasta la cola, haciendo un pequeño alto en el lomo donde estaba magníficamente esculpida una silla con su jinete, el cual llevaba una espada en alto envuelta en llamas, este hecho hizo que Arya dedujese que se trataban de Eragon y Saphira. Un armario empotrado en la pared esperaba entreabierto que alguien lo abriese y así poder revelar sus secretos, Arya descubrió allí un innumerable botín en vestidos de todos los colores, decidió que para enterrar un poco los estereotipos que se difundían alrededor de los elfos que no iría a la reunión con su ropa de cuero, así que eligió un vestido verde con falda y se lo puso, odiaba las faldas pero supuso que era algo necesario. Echo un vistazo por última vez a la habitación antes de salir, había poco más que observar, tal vez que a través del balcón se podía ver gran parte de Ilirea desde allí y que a juzgar por la elevación que tenía sobre las casas, debía de estar en un tercer o cuarto piso del castillo de Nasuada y entonces salió. Firnen había dormido en la plaza donde habían aterrizado el día anterior, él la estaba esperando. Un mensajero llegó y les dijo: - Arya Dröttning, debéis encaminaros hacia un edificio situado a unos trescientos metros al noroeste de aquí se ha habilitado para que hasta vuestro dragón pueda entrar. Arya así lo hizo, de las pocas cosas que habían impresionado a la elfa realmente esta había sido una de ellas. Un edificio equivalente a las dimensiones del castillo de Ilirea se alzaba ante ellos. Dos puertas de diez metros de alto  y veinte de ancho cada una los invitaba a pasar, por lo grandes que eran las puertas habrían sido necesarios diez hombres al menos e incluso a Arya que poseía la fuerza de los elfos le fue imposible abrirlas, así que al final tuvo que pedir ayuda a Firnen que, no sin esfuerzo consiguió abrirlas.

Arya se quedó sorprendida, al reconocer la sala donde hacía treinta y siete años había muerto el rey Galbatorix y su dragón Shruikan. Arya supuso que la habían trasladado mediante la magia porque la sala estaba en lo más profundo del castillo de Galbatorix. Arya vio a lo lejos siete personas que los esperaban. Arya tardo varios minutos en llegar hasta donde estaban los seis representantes de los distintos territorios de Alagaësia junto con Elva, pues el edificio era como los que Eragon había edificado en Vroengard lo que hacía posible que Firnen fuese capaz de hasta volar por él. Cuando Arya por fin llegó junto a Nasuada observó que en medio de la sala había una gran roca de piedra, tras unos segundos de investigación Arya supo que esa roca era donde Nasuada había sufrido tortura a manos de Galbatorix y Murtagh, pero lo que mas le llamó la atención, fueron cuatro grandes huevos de dragón que habían sido depositados sobre una tele morada: uno azul, uno verde, uno rojo y otro dorado, junto a ellos una pequeña nota boca abajo esperaba a ser leída. Una mano le toco el hombro, y como si Nasuada susurrase para si misma le dijo:
Anda, que os quejareis de que hoy os he puesto poco, esta es la sexta página entera.