domingo, 19 de mayo de 2013

6º capítulo nº5

Tengo que pedir perdon por lo que estoy tardando en contar algo de lo que ya, la mayoría estais seguros o al menos intuís. Cuando acabe este capitulo el epilogo retomara la velocidad, lo prometo, hasta entonces...


Ella se alejó desesperada junto con sus dos compañeros, volviendo a discutir con los otros que se habían vuelto a reunir. Cada vez los gritos eran más altos y a Eragon le terminaron por fastidiar. Justo cuando se disponía a decir algo, un enorme rugido hizo callar a todos. Todos se volvieron buscando a Saphira o a Espina, a su izquierda, pero todos se sorprendieron cuando vieron que el que había rugido había sido Firnen. El dragón verde dijo:

-          Estáis montando revuelo por un asunto sin importancia. ¿Qué más da quien sea el padre? Lo importante son los hijos. Y aun así la duda os carcomerá hasta el fin de vuestros días. Me siento decepcionados con todos, incluso contigo Arya, por montar tanto barullo por esta tontería

-          ¿Tú lo sabes? –dijo la elfa temiendo lo que podría significar eso-.

-          Lo sé

-          ¿Quién es? –dijeron esta vez todos a la vez-.

-          Soy yo. Ocurrió durante los dos años que pasé con ellos en Vroengard y desde entonces he esperado para ver que  ha ocurrido con nuestros huevos. Ya está, ya conocéis la verdad.

Todos se quedaron boquiabiertos ante aquella afirmación, pero ninguno podía compararse con el de Arya. Los recuerdos de Firnen la envolvieron, aquella pequeña parte que le había sido oculta hasta aquel momento, se había abierto y por fin podía saber lo que contenía. Lo que vio le sorprendió y descubrió una parte distinta de Firnen que no conocía. De pronto una voz familiar le dijo: Siento no habértelo contado. Arya se dirigió entonces a su compañero:
Hasta la semana que viene

domingo, 12 de mayo de 2013

6º capítulo nº4


Como si de un hechizo hubiesen despertado, todos retornaron al asunto de los huevos de dragón y volvieron a discutir sobre el padre de los tres huevos. La propuesta de Espina se había reforzado desde que sabían que este había estado con Saphira. Cuando todos, incluido Brom, quedaron convencidos de que así era todos se callaron y miraron a Eragon que reía por lo bajo. Al final fue Roran el que se atrevió a preguntar:

-          Eragon, ¿quién es el padre de los huevos que nos has enviado? –Eragon les devolvió una mirada traviesa y traidora, con una sonrisa que le cubría la cara entera respondió- Yo sé quién es el que buscáis. No obstante, no soy yo quien debe revelar  eso, sin el consentimiento de Saphira y el del padre. El de Saphira lo tengo, él del padre no, preguntadle a ella sobre ese tema. Yo no diré ni una palabra.

De nuevo estallo el revuelo, la comitiva se dividió por completo. Jeod, Orrin, Orik y Garhvog fueron a hablar con Saphira para pedirle que les revelase el misterioso nombre, pero ella les respondió más o menos lo mismo que les había dicho Eragon. Garhvog y Angela fueron directamente hacia Espina, convencidos de que era él pero no consiguieron arrancarle el sí que tanto deseaban. Elva inteligente, fue hacia Murtagh pero tampoco consiguió arrancarle una palabra. Solo tres personas se quedaron en el sitio que emplazaban anteriormente, Arya, Brom y Roran. Eragon tuvo una sensación al ver juntas por primera vez a las tres personas que amaba en el mundo. Esta vez fue Arya la que preguntó:
¿Quién es, Eragon? – el respondió- No puedo decirlo


Hasta la semana que viene

domingo, 5 de mayo de 2013

6º capítulo nº3

Yo hoy por mi parte felicito especialmente  a mi madre y a mi abuela, pero también a todos aquellos que tengan madres y abuelas. El fragmento de hoy va muy relacionadas con ellas también:


Eragon no podía creer lo que veía, no supo si reía o lloraba, y antes de que se diese cuenta estaba abrazando al anciano, de nuevo todos los recuerdos de aquel que había sido su maestro le inundaron, solo existía él, bien podría estar otra vez luchando contra Saphira que no se habría dado cuenta. Eragon le apretó fuertemente contra su pecho, temiendo que si le soltaba, volvería a perderlo y no volvería a verlo jamás. Brom besó e a su hijo en la frente, él también lloraba, nunca creyó que lo volvería a ver y aún menos que el supiese su secreto. Mucho tiempo continuaron abrazados los dos jinetes, capitán y soldado,  maestro y aprendiz, padre e hijo, pero al final ambos se separaron y volvieron a sus posiciones anteriores. Entonces Eragon tartamudeando dijo:

-          P…, p…, pe… ¿Cómo? –Brom sonrió ante aquella pregunta y después soltó una larga carcajada. Finalmente le respondió-  Realmente yo tampoco lo sé, me desperté un día y lo primero que vi fueron árboles.

A Eragon le pareció que le guiñaba un ojo para reafirmar la indirecta que le acababa de mandar para que preguntase a Arya, pero no tuvo más tiempo para pensar en eso, en ese momento Firnen,  Saphira y Espina aterrizaron en el suelo, aquello hizo un efecto muy curioso pues era la primera vez que los tres famosos dragones habían volado juntos  y antes de que Eragon pudiera darse cuenta, Murtagh estaba a su derecha y Arya a su izquierda, formando una especie de espejo, ya que cada uno de los jinetes quedaba delante de su dragón.