Eragon puso fin al hechizo, este se
había cobrado su precio, las reservas de Aren
se habían agotado por completo, las de Brisingr
casi también, pero las suyas apenas habían sufrido
una pequeña perdida.
El jinete no pudo evitar sonreír, había
logrado su objetivo, en cuanto Saphira tocase el suelo la diría que lo sentía,
que había sido un imbécil, que no quería separarse de ella… todo lo que fuese
necesario para que la dragona volviese a su lado, pero para eso aun quedaban un
par de minutos, así que se sentó y empezó a calmar su corazón con los
ejercicios que Oromis le había enseñado hace ya tanto tiempo.
Saphira estaba apenas a unos veinte
metros por encima del suelo, Eragon se fue levantando, los ejercicios de
relajación no habían tenido un efecto completo pues él seguía un poco
acelerado, pero estaba mucho más relajado que cuando acababa de realizar el
hechizo. Además había extraído algo de energía de las plantas de alrededor y
ahora sus reservas estaban completas, no sabía por que pero tenía la sensación
de que las necesitaría. En ese momento el sol apareció por el horizonte e
iluminó la gran ciudad de los jinetes. Al fin la dragona tocó el suelo, Eragon
corrió a abrazarla, olvidado cualquier tipo de precaución, pero cuando estuvo
al alcance de ella, la garra de la dragona se alzó y de una patada lo empotró contra la pared del pabellón, una
patada como esa podría haber matado a un ciervo, pero gracias a sus escudos, a
Eragon no le paso nada. Este lo tomó como una especie de castigo por lo que
había hecho. La segunda vez no fue mejor
de la primera, en cuanto Eragon se acercó demasiado a la dragona, un coletazo
lo mandó contra la pared del castillo de Murtagh. Entretanto, los demás jinetes
habían llegado, pero no hacían nada por ayudar a Eragon, se quedaban fuera de
la especie de jaula que formaba la plaza. Una vez más Eragon se dispuso a
repetir la operación pero un rugido de la dragona le hizo detenerse a la vez
que una potente voz le gritaba fuera de las murallas defensivas que Eragon
tenía la mente:
-
¡¡¡No lo
intentes de nuevo!!! – Además el mensaje llevaba una especie de mensaje
secundario que le decía que le abriese la mente porque quería hablar con él y
que prometía que no le atacaría mentalmente. Eragon accedió y abrió su mente a
la de la dragona y sus mentes se fundieron de nuevo, pero Eragon supo que no
era la misma con la que anteriormente estuvo unido, algo había cambiado pero no
sabía el que, haciendo acopló de valor preguntó.- ¿Por qué has hecho eso?
-
Mírate la mano
derecha.
Cavilad sobre el significado de esa frase, jejejejejejejejejejejeje.
Adios