domingo, 14 de abril de 2013

Capitulo 6

Bueno hoy estrenamos capítulo, pido perdon por mi ausencia la semana pasada, pero mi ajetreada vida competitiva no me dejo en paz.

Decir que este no es un capítulo de gran extension (5 páginas), pero que en cambio si que contiene una parte, en mi opinión "esencial" para el desarrollo futuro de los acontecimientos, no es la parte importante del capítulo y está casi al empezarlo, pero es importante, bastante importante.

Asumo ya que el grupo de what's app es un intento fallido, ya que con solo 2 personas va a ser imposible, no obstanta se hubiese pasado por alto este comentario o se le haya olvidado, recuerdo que si esta interesado puede mandarme su numero de telefono a mi correo electrónico.

Y este es el fragmento de hoy:


6 ¿Quién es el padre?

En los últimos días de viaje, una sombra empezó a crecer en su corazón, al final fue incapaz de ocultarle su miedo a Saphira “¿Y si alguno de ellos a muerto? No podría soportarlo.” Le había preguntado él. Saphira tras una larga reflexión le respondió “Es un riesgo que debes correr, tarde o temprano morirán, puede que no te guste, pero son mortales. No te retrases más pensando en si pueden o no haber muerto, porque de lo contrario todos habrán muerto cuando vuelvas.”

Así que Eragon se llevó una gran satisfacción cuando conto que eran nueve personas, pero a la vez se sorprendió porque esperaba ocho. Finalmente Saphira tocó el suelo y pudo examinar con tranquilidad todos los rostros uno a uno. Observo más o menos los mismos cambios que Arya. La comitiva no podía evitar sonreír, sin embargo Eragon hacía gala de un enorme autocontrol y su rostro permanecía serio. Uno a uno Eragon fue abrazándolos, Nasuada, Orrin, Jeod, Orik, Elva, con Garhvog en vez de abrazarlo chocó las cabezas como era propio de los úrgalos pero no sin antes realizar un hechizo para impedir que el kull le partiese la cabeza, después continuó con Angela, a la cual también abrazó. Luego fue Elva, de todos ellos, la anciana era la única a la que Eragon tenía miedo, largo rato se quedaron mirándose a los ojos, los violetas con los azules. Al final, Elva rompió el hielo:

-          Solo una persona tremendamente poderosa es capaz de mantenerme tanto tiempo la mirada, una persona que no tiene miedo, pues en mis ojos se reflejan todo el miedo de cada uno de los hombres que miro. Mucho tiempo he buscado a la persona capaz de hacer esto y resulta que al final es la misma que me dio este don. Que pequeño es el mundo, ¿verdad? – Eragon no entró en aquella conversación así que simplemente respondió. – He cambiado
Finalmente los ojos azules se separaron de los violetas y se juntaron con otros más familiares, esta vez Eragon ya no pudo contenerse más, y mientras se abrazaba con su primo una gran carcajada lo invadió y salió por su boca. El abrazo se prolongó durante un par de minutos, en los cuales los dos se intercambiaron palabras que ninguno de los demás escuchó. Pero todo empieza y todo acaba, finalmente el abrazo se deshizo y  Eragon pudo leer en los ojos brillantes de Roran toda su historia, desde aquel chico al que lo único que le importaba era su granja en Carvahall hasta aquel gran soldado que había llegado a ser.