domingo, 16 de marzo de 2014

10.2

Bueno antes de nada quería dar las gracias a todos aquellos que me estáis apoyando en que lo acabe y que estáis comentado los fragmentos, algo que llevo mucho tiempo queriendo. Se que dije que el epilogo estaría acabado para una fecha que queda ya bastante lejana, pero quiero que tengáis en cuenta que en un principio solo tenia pensado que tuviera una extensión de 30 paginas o así y ya sobre seguro que pasara las 120. Además yo me comprometo a terminarlo, tal vez lo haga con nietos y la mayoría de vosotros estaréis ya muertos, pero yo lo acabaré.

Por cierto VTK, respecto a lo que dijiste de la redacción, es que voy releyendo y borro y pongo otra cosa, y lo vuelvo a cambiar, y a veces se me quedan palabras sueltas o repetidas, aparte de los leísmos y laísmos propios de mi comunidad, de todas formas tranquil@, cuando lo acabe, estaré una semana releyendo para pulir esos defectos.

Pero no me entretengo más.

Eragon no pudo evitar desviar la mirada y esbozar una sonrisa, aquella simple pregunta sirvió para relajarlo por completo en un principio y para que después una pequeña llama de ira empezara a arder. “O sea que eso es todo ¿eh?” pensó Eragon. “Pues no tendrás lo que quieres”. Aun así se controló, enfadar a Arya era lo que menos deseaba en el mundo.
-          No puedo decírtelo,-pero no pudo evitar darle un anzuelo que morder para fastidiarla- guardo secretos que deben conocer muchas personas y prefiero contarlo todo solo una vez.
Arya mordió el anzuelo, tal como Eragon quería. Su curiosidad era diez veces más grande que antes. Además, un nuevo objeto se filtró en su campo de visión, Eragon tenía algo escondido detrás de su espalda. Ni siquiera llegaba a ver su forma, pero el jinete escondía sus manos y con eso le bastaba. Con un tono más calmado, paciente y cariñoso, ella abordó el tema más tranquilamente, intentando no cometer por segunda vez el mismo error:
-          Eragon, ¿qué tienes ahí detrás?
Este, la miró de nuevo. Arya se quedó sorprendida de lo que vio, leyó en los ojos de Eragon miedo, un miedo terrible a aquella pregunta. Pero también una llama de convicción, protegería esa respuesta con uñas y dientes y nadie se la arrebataría. Nunca había visto una mirada así y menos aún había escuchado hablar a Eragon de la manera que lo hizo:
-           Na…, na…, nada – le temblaba la voz como si estuviese a punto de desmayarse, y aun así el tono poseía la fuerza de una respuesta completamente firme.- Nada importante.
Pero Arya sabía que eso era mentira. La paciencia empezaba a acabársele a la elfa y volvió a precipitarse. Subió la intensidad, y optó por el método menos apropiado. A ella tampoco le gustaba, pero pensó que probablemente sería más efectivo: se equivocaba. Lentamente la elfa poso una mano sobre la mejilla fría del jinete, obligándole a mirarla a los ojos.
Puedes confiar en mí. Vamos cuéntamelo –Eragon miró a la elfa. Su mirada, siempre dura e impenetrable ahora se tornaba traviesa y juguetona- Cuéntamelo.

Hasta la semana que viene

4 comentarios:

  1. uff Que buena continuación... sigue así maquina... ;)

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  2. Que alegría que lo retomes Samuel!!

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  3. si, muy buena continuacion, pero dijiste hasta la semana que viene y ya es 4 de abril :I

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